TERAPIA INFANTIL
“Es más fácil construir niños fuertes que reparar adultos rotos”
(Frederick Douglas)
Los niños van a ir desarrollando sus ideas a medida que crecen. Los sucesos que les rodean, los cambios en el entorno, la interacción con las personas que conocen, van a ir ofreciéndoles diferentes estrategias y herramientas para ir afrontando la vida.
A través de estas continuas interacciones van desarrollando los pensamientos que tienen acerca de si mismos, de los demás y del entorno que les rodea, esto va a establecer su forma de pensar y de sentir y por lo tanto su manera de comportarse. Es por ello que la mayoría de las conductas se aprenden, con lo que por lo tanto se pueden cambiar o desaprender.
- TDAH (Trastorno por déficit de atención e hiperactividad)
- Depresión y ansiedad
- Bullying
- Miedos
- Dificultades en la socialización
- Rabietas
- Miedos y fobias
- Duelos
En la terapia infantil se abordan estas y otras problemáticas que puedan estar generando malestar en el menor. En TUMENTE llevamos a cabo el tratamiento infantil desde un abordaje familiar, en el que los papás y mamás forman parte de la terapia para poner marcha recursos y estrategias que les permita poder manejar las dificultades que pueda estar presentando el niño. A su vez esto proporciona poder tener un espacio donde compartir sus dudas y dificultades, así como la angustia que muchos papás y mamás sienten ante estas problemáticas . A través de esta mirada se refuerzan los vínculos y dinámicas familiares, favoreciendo el bienestar de todos los miembros de la familia y beneficiándoles en la resolución del problema. El fin es ayudar a mamás y papás a ayudar a sus hijos.
Signos de alarma
Los signos de alarma son considerados como señales de advertencia, como la expresión clínica de una desviación del patrón normal de desarrollo. Deben ser valorados cuando se detectan para comprobar si existe un diagnóstico o un retraso evolutivo significativo.
A los 3 meses
- Ausencia de seguimiento visual
- Sonrisa pobre o ausente
- Irritabilidad o pasividad excesivas
- Ausencia de sostén cefálico
- No responde a la voz materna
- Ausencia de reflejos: de succión, de búsqueda, prensión palmar, prensión plantar, de Galant, de Moro.
A los 6 meses
- Empatía pobre
- Ausencia de gorgojeo
- No alcanza objetos, no hay prensión manual
- No se orienta hacia los sonidos
- Ausencia de sedestación con apoyo
- No reconoce caras familiares
A los 9 meses
- Ausencia de pinza y presión
- Ausencia de sedestación sin apoyo
- Persiste el reflejo de succión
- No reproduce monosílabos
- No muestra interés por explorar el medio que lo rodea
Al finalizar el primer año
- Manipulación repetitiva, torpe, asimétrica
- Ausencia de lenguaje, no repite sonidos que oye, ni emite sonidos para atraer la atención
- Todavía no es capaz de mantenerse sentado sin apoyo
- Falta de interés por el desplazamiento
- No reproduce bisílabos
- No sonríe a las personas conocidas
- No se interesa por jugar con niño o adultos
- Nunca llora ni protesta ante la ausencia de personas muy cercanas y familiares
Al finalizar los 2 años
- No hay marcha autónoma
- No emite ninguna palabra
- Nunca se acerca ni muestra interés por jugar con otros niños
- No imita acciones ni sonidos conocidos, no hay juego imitativo
- Comportamientos estereotipados
- No responde a su nombre
- No comprende órdenes sencillas
- No señala para mostrar o pedir algo
Al finalizar el tercer año
- No pide ir al baño cuando lo necesita
- No comprende órdenes sencillas
- No identifica imágenes
- Permanece aislado. No muestra curiosidad por nada
- No comprende estados de ánimo de los otros
- Utilización exclusiva de palabras aisladas, sin conexión entre ellas
- No imita trazos sencillos (vertical, horizontal)
- No articula claramente todos los fonemas, a excepción de la /r/
Al finalizar el cuarto año
- Presenta dificultades para aprender a coger un lápiz, usar unas tijeras, colorear…
- No clasifica ni asocia objetos con acciones o actividades
- No es capaz de seguir las normas de un juego en un grupo dirigido por un adulto
- Aún no ha iniciado los patrones fundamentales de movimiento: saltar, correr, atrapar, lanzar.
- No utiliza normas sociales de saludo y despedida
Al finalizar el quinto año
- No sostiene una conversación
- No produce frases compuestas
Al finalizar el sexto año
- Es incapaz de jugar, de atarse los zapatos o vestirse
- Todavía no ha iniciado el proceso lecto-escritor
- No produce oraciones de más de 6 palabras
- No tiene un vocabulario de más de 2000 palabras
Al finalizar el séptimo año
- Tiene un vocabulario limitado
- No es capaz de definir objetos por su uso
- Presenta dificultades en seguir instrucciones
- Comete errores muy frecuentemente al leer en voz alta, repite o se detiene a menudo
- Errores al deletrear palabras
- Confunde los símbolos matemáticos y los números
- Le resulta difícil comprender bromas e ironías